Ignasi Sayol es un destacado empresario del sector de la logística y de las nuevas tecnologías. Ingeniero electrónico y de telecomunicaciones, es actualmente CEO de Inprous, empresa dedicada a implementar soluciones logísticas de temperatura controlada, fundamentalmente para el sector farmacéutico y de la biotecnología.

Colabora como profesor en diferentes Business Schools y universidades como la UPC o la Business Engineering School de la Salle. Su profuso conocimiento sobre la problemática de la gestión de las operaciones, logística, innovación y emprendimiento le ha llevado a realizar artículos y ponencias de gran interés. Tomamos el pulso al sector de su mano.

Tras la crisis económica, ¿se puede decir que entramos en un momento de recuperación para el sector logístico?

El 2016 ha sido un buen año para la economía y para las empresas españolas. Como datos positivos tenemos el crecimiento del PIB en un 3,2 % y la reducción del paro en más de 390.000 personas. Se ha constatado un incremento de la demanda interna y externa, con un nuevo record de exportaciones. En este sentido, nuestros puertos se han consolidado como una de las herramientas competitivas más importantes. Un punto importante es que la producción industrial también ha crecido de forma significativa. El sector logístico ha seguido la trayectoria de crecimiento de la economía y de la industria. Por lo tanto, hay que felicitarse por la capacidad competitiva que demuestra año tras año nuestra economía y nuestras empresas, a pesar de los factores adversos que perduran. En el capítulo negativo hay que considerar la inestabilidad política en la que seguimos sometidos y sobre todo los problemas endémicos de falta de inversiones en infraestructuras logísticas y de movilidad. Este año se ha acentuado el colapso de infraestructuras de transporte de pasajeros que ocasiona unas elevadas pérdidas en horas de trabajo y en reducción de productividad de nuestras empresas. En este sentido, hay que dejar claro que si no se realizan las inversiones que venimos reclamando hace tantos años, como el Corredor Mediterráneo u otras que favorezcan la intermodalidad, finalmente tendremos una situación de estancamiento en el crecimiento de la economía. Si queremos un país de futuro hay que aumentar la eficiencia logística, y en este punto las infraestructuras son clave.

¿Cuáles son las tendencias del sector logístico español?

Si focalizamos en el sector queda claro qué en determinadas zonas, la falta de superficie logística a precios competitivos es un punto que hay que solucionar y si queremos aumentar la eficiencia logística, más allá de las infraestructuras, tenemos un reto apasionante que es la aplicación de la tecnología en los procesos logísticos. Necesitamos aplicar tecnología para innovar, podemos decir que estamos en un momento clave donde tenemos herramientas que ya son una realidad: aplicaciones móviles al servicio de la logística (trazabilidad, gestión de inventarios, control envíos), cloud computing (una herramienta de trabajo colaborativo que tiene una aplicación óptima en logística), el Internet de las cosas (IOT), Big data (tratamiento masivo de información), drones (ahora en plena fase de discusión parlamentaria en el Reino Unido), vehículos eléctricos o camiones sin conductor. Estamos delante de una serie de tecnologías que en algunos casos ya son aplicables y que en otros no están tan lejos. El sector tiene pues un reto apasionante, las empresas que sean pioneras en su aplicación tendrán una importante ventaja competitiva respecto al resto.

¿Cómo se puede aportar valor, teniendo en cuenta la creciente competencia que existe en el mercado y los ajustados márgenes con los que aseguran moverse los operadores?

El abanico de empresas que operan en la cadena de suministro es muy grande y no podemos generalizar el hecho de que todos basen su política de competitividad en la reducción de costes. Hay de todo, lo que sí es evidente es que en determinados servicios logísticos donde la presión de costes es mayor si no se consigue mejorar la competitividad por otras vías, solo queda el camino de la reducción de costes, y normalmente se hace vía salarial. El problema es que año a año el margen que queda es menor, y si no se hace nada más, llega un año donde la empresa ya no es viable, de ahí la reducción constante en el número de empresas. Por lo tanto, aunque hay empresas que siguen basando su política de competitividad en la reducción de costes también las hay que trabajan para buscar nuevos nichos de mercado y aplicar tecnología e innovación a sus procesos. Esta segunda estrategia es la única que permite garantizar la supervivencia a medio y largo plazo.

¿Qué tipo de sinergias existen hoy en día entre plataformas tecnológicas, empresas, asociaciones… que fomenten la generación de proyectos colaborativos en el sector del envase y embalaje como palanca de innovación en la industria del transporte y la logística?

Desde mi punto de vista, el sector del envase y de embalaje es un elemento clave en la nueva logística 4.0. La evolución de la logística hacia una logística 4.0 implica disponer de elementos físicos con sensores a lo largo de toda la cadena de suministro de forma que tengamos permanentemente localizada la mercancía y las condiciones que viaja. Un ejemplo son los contenedores inteligentes que ya son una realidad. Mi experiencia personal es qué a día de hoy, en nuestro país, estas iniciativas de acercar sector del embalaje y logística corresponden a iniciativas privadas empresariales más que a una voluntad institucional por crear un entorno propicio para estas sinergias.

¿Cómo se vienen adaptando las empresas de logística a los nuevos hábitos de compra?

El boom del comercio electrónico es sin duda alguna una de las palancas que están transformando el sector de la logística de distribución. Las reglas del juego están cambiando, se trata de entregar paquetes a clientes finales y con una enorme presión por hacerlo lo más rápido que se pueda y al menor coste posible. Los grandes jugadores a nivel mundial como Amazon han decidido que quieren servir lo comprado en una o dos horas y con un coste decreciente. Este es el inmenso reto que deben afrontar las empresas logísticas que trabajan en este segmento y sólo podrán sobrevivir si conocen perfectamente a su cliente. Sin el uso de tecnología, del big data y de la inteligencia artificial no conseguirán sobrevivir a este reto. Pienso que de momento no se están adaptando bien, deben en primer lugar asumir el reto que se plantea y, en segundo lugar, actuar en consecuencia si quieren acompañar el crecimiento espectacular que hará el comercio electrónico en los próximos años.

¿Cómo puede competir un operador de mediana dimensión con uno de gran tamaño? ¿Cómo influye la especialización en este sentido?

A día de hoy no hay ningún operador, por grande que sea, que tenga internalizados todos los recursos a lo largo de toda la cadena de suministro. La complejidad de estas cadenas lo hacen inviable, es por ello que existe espacio para operadores que gestionen partes de la cadena, siempre y cuando sean eficientes y se integren de manera adecuada con el resto de actores. A día de hoy compiten cadenas de suministro contra cadenas de suministro, por tanto, si eres eficiente puedes ser un eslabón de dicha cadena. En este sentido, la especialización es clave ya que no hay nadie que lo pueda hacer todo y además ser el mejor en todo. Existe una oportunidad real para los pequeños operadores especializados.

¿Qué aspectos no debería olvidar la pyme para asegurar que sus productos lleguen en tiempo y forma a destino, con el mejor coste posible?

La colaboración es un aspecto esencial, desde las patronales como PIMEC buscamos crear entornos de relación donde las empresas especializadas en la cadena de suministro puedan ayudar al resto de pymes a ser más competitivas. En este sentido tenemos ya experiencias de éxito, se trata de construir modelos ganar-ganar, generamos negocio para las empresas del sector además de conseguir mejorar no solo costes sino muchas veces abrir escenarios de competitividad que ni siquiera existían. Pondré un ejemplo, si somos capaces de transportar productos agrícolas a países del Norte y lo hacemos manteniendo las condiciones de temperatura y frescura que tienen en origen conseguimos abrir mercados que no existían y además con unos precios superiores a otros mercados.

¿Qué papel juegan las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación) en el sector logístico?

Las nuevas tecnologías han cambiado de manera radical la forma en que las personas viven y trabajan. Y algunas de esas tecnologías han impactado o impactarán en la gestión logística. Una de las primeras en aparecer fue la tecnología GPS (Global Positioning System), una herramienta que ha resultado muy importante para el control de flotas y clave en la gestión eficiente de transportes. También el código de barras supuso un antes y un después en la manera de identificar productos, cajas y pallets. Pero la logística no muestra límites ante los avances tecnológicos y, así, podemos ver por ejemplo, más reciente, la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) que además ha evolucionado de manera sorprendente. Esta tecnología ha sido durante años la eterna promesa, debido fundamentalmente a los costes de implantación no ha alcanzado el despliegue esperable que ahora sin duda hará.

Como he comentado anteriormente, a día de hoy existen ya tecnologías que debemos tener en cuenta por su impacto en la innovación de la gestión logística, como son las impresoras 3D, el Internet de las Cosas (IoT), el Cloud computing, la gestión de la última milla, la logística colaborativa, el Big Data o la convergencia entre venta online y retail.

¿Cómo valora la masa crítica de innovación en torno a los actuales desafíos a los que se enfrentan la industria del ‘packaging’ y la logística?

En España estamos todavía a nivel bajo si lo comparamos con otros países. A mi modo de ver, la industria 4.0 y su extensión a la logística 4.0, debería ser una prioridad a nivel de país, y no lo es. Pienso que el ejemplo para todos debe ser Alemania, ha focalizado todos sus esfuerzos de inversión al desarrollo y crecimiento de esta nueva revolución industrial que es el internet de las cosas y todas las tecnologías asociadas.

¿Qué importancia tiene el ‘packaging’ del producto ‘online’?

Pienso que fundamental, las empresas de producto online aspiran a ser un Marketplace que nos suministre todo lo que necesitamos, en este sentido, Amazon está marcando el camino. Ello implica que nos harán llegar a casa todo tipo de productos, perecederos, congelados, frágiles, peligrosos, voluminosos, etc. Para mantener los estándares de calidad a los que nos tienen acostumbrados deberán de recurrir a un packaging que proteja todas las propiedades del producto, y no solo eso, debe ser un packaging reutilizable, ya que ningún modelo de negocio tiene futuro si no tiene a la sostenibilidad como uno de sus pilares básicos. Cualquier modelo de negocio debe de integrase a la nueva economía circular 4.0.

¿Qué nota daría al papel actual de los envases y contenedores dentro del sector logístico?

Sinceramente un suspenso rotundo, pienso que no cumple en modo alguno las expectativas de los clientes y de la nueva economía circular que se nos avecina. A día de hoy se toman decisiones exclusivamente por coste en muchos casos, sin pensar en el medio ambiente y en el servicio, en el cliente, en mantener las condiciones ideales del producto en toda la cadena de suministro. Esto ya está empezando a cambiar y quien no se adapte no existirá a medio plazo.

¿Cuáles son los principales desafíos del sector/operador para el nuevo siglo?

La logística para el nuevo siglo es la logística 4.0, es el complemento necesario a la industria 4.0. Todos sabemos la importancia que tiene la logística en la industria, es por ello, que esta nueva cuarta revolución industrial necesita de una logística adaptada a la transformación radical de los sistemas de producción que plantea la industria 4.0. De esta forma, las mismas tecnologías que están revolucionando la industria las estamos aplicando también a la logística. Son muchas las ventajas que nos aporta, conseguimos una mayor seguridad y flexibilidad, ya que tendremos las mercancías monitorizadas en todo momento garantizando las condiciones en las que viajan; pudiendo tomar decisiones sobre las rutas más apropiadas para cada destino y tipo de mercancía. Garantizaremos una mayor eficiencia en el uso de los recursos, ya que los sistemas interconectados que nos da el IoT nos permitirá reaccionar de forma más rápida a las variaciones de la demanda. En resumen, tendremos unas cadenas de suministro más flexibles, eficientes, seguras y con mayor capacidad de reacción a la demanda y a las incidencias que puedan producirse.

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